Cada región de Nicaragua se distingue por su comida, donde se refleja su cultura, sus actividades y sus creencias.
Sus pobladores se dedicaban principalmente a la pesca, como era de esperarse, y complementaban su alimentación cazando mamíferos que se encontraban en la zona. La agricultura era precaria y de sus pequeños huertos cosechaban yuca, plátano y frutas. El plátano y la yuca eran como el maíz para los indígenas del Pacifico. Los productos de la pesca y de la caza los salaban o ahumaban para poderlos conservar.
La llegada de los ingleses, los esclavos africanos y la incorporación de la Mosquitia en el 1894, influyeron en las costumbres, la cocina y en sus hábitos. Con los ingleses adoptaron en su cocina nuevos productos como la harina de trigo, arroz y una gran variedad de condimentos. Además, empezaron a usar utensilios metálicos y para cocinar recurrieron a las nuevas técnicas de freír y hornear.
La influencia africana introdujo nuevos sabores, gracias a su forma de condimentar los alimentos y el uso de hierbas comestibles.
Lo que sí tuvo una influencia drástica en los hábitos alimenticios del Caribe fue la influencia española e india. Eso es debido a los nuevos modelos económicos que fueron implantados a través de empresas extranjeras, que establecieron la explotación de banano, extracción de madera y minas. El pan sustituyó la yuca, se introdujeron enlatados y una variedad de especies.
Casi todos los platillos tradicionales sufrieron modificaciones con la presencia del arroz, el tomate, el ajo, la pimienta, orégano, cebolla, albahaca y las especies como el jengibre y la canela.