Existen muchos factores que ayudaron a formar finalmente lo que es ahora la comida Nicaragüense. Primeramente podemos mencionar que en este país existe una oferta abundante de diversos productos naturales, las sociedades indígenas de Nicaragua lograron establecer una dieta con el potencial de recursos alimenticios que les permitieron sostener con éxito núcleos grandes de población.
Otra de las fuentes que tuvo gran importancia en la formación de su gastronomía fue la migración, Nicaragua por su posición geográfica fue lugar de tránsito para las más antiguas peregrinaciones continentales, la dieta que originalmente consistía en semillas, frutos, y animales silvestres, fue indudablemente modificada por diferentes olas de migraciones.
Diferentes tribus indígenas provenientes del norte establecieron una cultura alimenticia basada en la agricultura, principalmente por la cosecha del maíz, base de la mayoría de los alimentos que conforman los platillos de la nación, además el cacao, frijoles, cucurbitáceas, frutas, yerbas y flores, así como animales de caza y/o domesticados.
La construcción, de una dieta Nicaragüense diferenciada terminó de madurar a finales del siglo XIX, esto obedece a que elementos muy importantes en la formación de la comida Nicaragüense, la constituye el choque cultural de la conquista española. Los españoles vinieron a revolucionar las costumbres alimenticias de los indios, estos introdujeron nuevos animales, plantas y una diversidad de preparaciones culinarias, y diversas formas de cocción, como el frito y el horneado que a diferencia de la sociedad prehispánica nicaragüense las formas de cocción eran al vapor o a las brasas.
También los españoles introdujeron sus propios instrumentos de cocina, y desde luego sus propios platos, gustos y sabores, causando entre ellos y los aborígenes un rechazo al principio.
La necesidad de ambas culturas los obligó a intercambiar sus sistemas de alimentación para conformar una nueva comida, a veces platos indígenas con productos españoles como la carne en vaho, plato que está preparado a base de carne al vapor, producto meramente español, y verduras al vapor, como yuca, plátano, productos originarios de este país, otros eran platos españoles con alimentos americanos como los pebres de iguana, el pavo relleno, o el marquesote. Los españoles trataron de trasladar todos los productos que utilizaban en la preparación de sus alimentos hacia Nicaragua para mantener su dieta mediterránea. Es por esto que introdujeron el ganado vacuno, el cerdo y las gallinas, produciendo un impacto profundo y de largo plazo en la economía, las costumbres y en la dieta del país. Lo mismo puede decirse del arroz y el azúcar. La comida indígena se volvió dulce y sobrecargada, con frecuencia de manteca.
Desde luego se introdujeron nuevas especies como la cebolla, ajo, pimienta, hierbabuena, canela, perejil, orégano, clavo y jengibre respecto al aguardiente, se usaban en las bebidas fermentadas antes de la colonia eran usadas como bebidas ceremoniales, después, el aguardiente se empleó en comidas y celebraciones como hoy día.
La última mitad del siglo XIX, trajo para Nicaragua, dos influencias: la independencia, y la liberalización comercial subsecuente permitió la introducción de muchos productos europeos, como también costumbres, comidas, y bebidas, aparecieron platos sofisticados, cervezas, vinos franceses, y coñac sobre todo en las mesas encumbradas. Por otro lado, se dio la generalización del cultivo del café que hizo de esta infusión, una bebida sustituta de los chocolates y tibios presentes hasta ese entonces en la dieta popular nicaragüense.
Nicaragua cuenta con numerosas recetas de origen muy antiguo, a base de maíz, con mezclas de carnes de distintos tipos, son utilizados ingredientes propios, originales y extranjeros que le dan un sabor único a sus platos: el achiote, tomate, chiltoma, chile, especies diversas, encurtidos los cuales se vienen empleando desde muchos años atrás. Finalmente para la formación de su gastronomía, se extiende durante el siglo XX una nueva etapa en la formación de los hábitos de alimentación de los nicaragüenses, y es la etapa de la comida internacional, que introduce las comidas rápidas, enlatadas, empacadas, y procesadas en industria alimenticia multinacional.
