Preparar mermelada de frutas casera es una deliciosa forma de conservar alimentos. Escoge frutas frescas y en buen estado, lava con cuidado y retira piel y semillas. Cocina a fuego lento con azúcar y especias hasta lograr la consistencia deseada.
Para preparar una exquisita mermelada de frutas casera, es importante seleccionar frutas frescas y en buen estado. Posteriormente, se deben lavar y pelar las frutas, cortándolas en trozos pequeños.
Añadir azúcar según la cantidad de pulpa para lograr el punto de dulzura adecuado. Cocinar a fuego lento, removiendo constantemente para evitar que se pegue, hasta obtener la consistencia deseada.
Una vez lista, retirar las especias y envasar en frascos esterilizados para disfrutarla por varios meses.
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Mermelada de frutas casera
Ingredientes
2 libras de Frutas
6 Rajas de canela
4 Clavos de olor
1 libra de Azúcar
1 Limón
Preparación
Paso 1 : Para preparar la mermelada, primero se debe revisar que las frutas estén en buen estado, sin golpes ni signos de descomposición, para asegurarse de evitar malos sabores y olores.
Paso 2 : Luego, se lavan las frutas con abundante agua potable, evitando utilizar jabón para mantenerlas libres de químicos.
Paso 3 : Se retira la piel de las frutas, se extrae la pulpa y se corta en trozos pequeños.
Paso 4 : A continuación, se pesa la pulpa para asegurar que por cada dos libras de pulpa se añade una libra de azúcar, considerando que si la fruta es muy dulce, la cantidad de azúcar puede ser menor.
Paso 5 : En una olla, se colocan los trozos de frutas, canela, clavo de olor y azúcar, y se deja cocinar a fuego medio hasta lograr la consistencia deseada.
Paso 6 : Es importante revolver constantemente para evitar que se pegue al fondo y agregar de 3 a 5 gotas de jugo de limón para evitar la cristalización del azúcar y extender la vida útil de la mermelada.
Paso 7 : Una vez alcanzada la consistencia deseada, que suele tomar alrededor de 2 horas, se retira el clavo de olor y la canela con una cuchara antes de envasar la mermelada en frascos esterilizados.
Paso 8 : Para comprobar la consistencia, se puede colocar una gota de mermelada en un vaso con agua; si la gota no se deshace, la mermelada está lista para ser envasada, de lo contrario, se debe continuar cocinando hasta obtener la consistencia adecuada.
Paso 9 : La mermelada envasada debe refrigerarse y tiene una duración de hasta 3 meses.
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